Según el medio especializado Mayoclinic, algunos de los medicamentos con los que hay que tener mayor cuidado son con los anticoagulantes y antiplaquetarios, como la warfarina y la aspirina, pues aumentan el riesgo de sangrado cuando se combinan con melatonina.
En tratamientos para la presión arterial, la melatonina eleva los niveles de presión, complicando el control de esta condición. Los sedantes y depresores del sistema nervioso central, como benzodiacepinas y antihistamínicos, producen somnolencia excesiva al combinarse con este suplemento.
En pacientes con diabetes, altera los niveles de glucosa en sangre, afectando los tratamientos. Los anticonceptivos hormonales incrementan los niveles de melatonina en el cuerpo, aumentando los efectos secundarios.
Los medicamentos inmunosupresores pierden efectividad debido al estímulo que la melatonina genera en el sistema inmunológico, lo que complica su uso en trasplantes de órganos. Y no se recomienda la melatonina para pacientes con enfermedades autoinmunes.
Los medicamentos relacionados con las enzimas CYP1A2 y CYP2C19, como el diazepam, presentan alteraciones metabólicas.
La fluvoxamina, utilizada para trastorno obsesivo-compulsivo, incrementa los niveles de melatonina en el organismo, generando somnolencia excesiva. Los medicamentos que disminuyen el umbral convulsivo pueden incrementar el riesgo de crisis epilépticas.
Recomendaciones médicas
Desde Mayoclinic también advierten que el consumo de melatonina requiere supervisión médica en personas que utilizan alguno de los medicamentos mencionados.
Su utilidad para trastornos del sueño contrasta con los riesgos que implica en combinación con ciertos fármacos, lo que hace esencial consultar con un profesional antes de iniciar su consumo.