el pasado 21 de noviembre Rusia volvió a sacudir el tablero de la guerra que libra contra Ucrania. A las 5:17 de la mañana de aquel jueves, como quedó registrado en un video de seguridad, un cuartel militar en la ciudad ucraniana de Dnipró, la cuarta más poblada de ese país, fue impactada 36 veces por lo que pareció ser una andanada de proyectiles que iluminaron el cielo. Se trató de Oreshnik, el poderoso misil hipersónico que Rusia probó por primera vez ante el mundo.
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Poco o nada se conocía acerca de este nuevo y moderno proyectil, y aún mucho queda en duda. Sin embargo, según informo la portavoz adjunta del Pentágono, Sabrina Singh, Oreshnik (o avellano en español) está “basado en un modelo ruso de misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh”; es por eso que, en el momento del ataque las primeras hipótesis apuntaban a que se trataba de este tipo de arma, generalmente usada para portar ojivas nucleares.
The “Oreshnik” missile used by Russia to attack Dnipro is based on the intercontinental RS-26 “Rubezh” missile, according to the Pentagon.
They noted that shortly before the launch, Russia notified the US through “nuclear risk reduction communication channels.”
That is… pic.twitter.com/LYxeI1609t
— ∼Marietta (@MariettaDaviz) November 21, 2024
A pesar de que este no haya sido el caso, Oreshnik es un nuevo giro en la dinámica de la invasión rusa a Ucrania, pues se trata de un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) que supera en todos los sentidos a las armas utilizadas hasta entonces, y su potencial uso en el futuro obligará a Kiev a solicitar ayuda internacional para intentar equiparar fuerzas contra lo que es un moderno proyectil que se promociona como “imposible de interceptar”
¿Qué tan peligroso es el nuevo misil Oreshnik?
En el ataque del 21 de noviembre fueron utilizados seis misiles Oreshnik, cada uno de estos puede portar hasta seis ojivas y cada una de estas puede ser nuclear; es decir, en su primer uso en la historia, impactó 36 veces.
El misil ruso golpeó la fábrica de misiles Pivdenmach, ubicada en Dnipró, en el centro-este de Ucrania. Fue disparado desde la región rusa de Astracán, a una distancia de casi 1.000 km, según Kiev. “El tiempo de vuelo” entre el lanzamiento y el impacto fue de 15 minutos, dijo la Dirección Principal de Inteligencia (GUR) del ministerio de Defensa de Ucrania.
A pesar de que Kiev argumentó que tuvo un impacto limitado, el Kremlin aseguró que fue “exitosa”, prueba de ello es que todos los proyectiles tuvieron una precisión que, afirma el Kremlin, supera a las armas utilizadas desde que Rusia invadió a Ucrania. Oreshnik tiene un margen de entre 50 a 200 metros, lo que hace más fácil poder impactar el objetivo de forma certera.
Pero uno de los aspectos que más llama la atención de esta nueva arma es su velocidad. Según dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, Oreshnik está equipado con una carga hipersónica y que sus “atacan objetivos a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 kilómetros por segundo”. Esto quiere decir que el misil ruso viaja diez veces más rápido que el sonido, lo que hace mucho más difícil poder interceptarlo.
A esto se suma su potencial de destrucción, cada una de las 36 ojivas que cayeron sobre Dnipró podría ser nuclear. Incluso, expertos armamentísticos argumentan que, debido a su velocidad, este misil puede hasta no portar explosivos, debido a que por la energía cinética que acumula en el descenso puede causar daños devastadores.
Por último, al ser un misil de alcance intermedio, significa que puede alcanzar objetivos ubicados entre 3.000 a 5.500 kilómetros de distancia, algo que cubre en gran medida todo el territorio ucraniano y, según estimaciones, lograría cubrir a toda Europa y el norte de África.
¿Cómo funciona el arma hipersónica rusa?
El Oreshnik está basado en los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) y toma varios aspectos de estos y otros modelos para su diseño, como es el caso de portar varias ojivas, algo característico de los ICBM, los cuales cuentan con un sistema conocido como Vehículo de Reentrada de Objetivos Múltiples Independientes (MIRV, por sus siglas en inglés).
Se cree que mide aproximadamente 12 metros de largo y tiene un diámetro cercano a los 1,8 metros.
Este arma cuenta con tres fases. La primera consiste en un motor que eleva el proyectil a gran velocidad hasta llegar al espacio exterior para, posteriormente, desprenderse. En el espacio, por la falta de resistencia del aire, logra alcanzar y mantener su extrema velocidad.
La segunda, es otro motor que perfecciona la dirección y acerca el proyectil al objetivo, y cuando esta se suelta, le sigue un vehículo el sistema MIRV -donde se encuentran las ojivas- que orienta la trayectoria y calcula la dirección de cada una de las ojivas de forma independiente.
El sistema MIRV cuenta con propulsores para que, a miles de kilómetros desde el espacio, pueda direccionar y apuntar con extrema precisión en el objetivo al cual fue programado. Es en esta tercera fase cuando es más vulnerable a interceptaciones.
Finalmente, el sistema apunta al objetivo y despliega cada ojiva con una precisión de entre 50 a 200 metros. Es ahí cuando, en la caída, acumula energía cinética y logra la velocidad de hasta 3 kilómetros por segundo.
¿En verdad es imposible de interceptar?
Tras lo que calificó como un operativo exitoso de muestra de poder, Putin aseguró existía una “reserva” de estos misiles “listos para uso” y posteriormente dio la orden de producir Oreshnik en serie, un arma que, según él, es “imposible” de interceptar.
“Como ustedes saben, nadie en el mundo tiene por ahora dicho armamento. Sí, tarde o temprano también lo tendrán otras potencias (…), pero eso será ya mañana o dentro de un año o dos. Y nosotros ya tenemos ahora ese sistema y eso es lo importante”, afirmó Putin.
Sin embargo, para expertos en el tema, Oreshnik sí puede ser interceptado por los más modernos equipos tecnológicos de interceptación de proyectiles. Jeffrey Lewis, director del Programa de No Proliferación en Asia Oriental, del Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de California, señaló a la agencia Reuters que todos los misiles balísticos de ese alcance son hipersónicos, y que los dispositivos como el Arrow 3 israelí y el SM-3 Block 2A estadounidense fueron diseñados para destruirlos.
What did Russia actually use in Dnipro?
First they said they were ICBM ‘s. Then they said it was a Rubezh IRBM.
Now they are saying it is a “Oreshnik”…
But where are the explosions or resulting damages/fire? Theres no effect after the “missiles” hit.
This is anomalous… pic.twitter.com/1eeMpiqJT2
— RAEFOS Network (@RAEFOSnet) November 22, 2024
Sin embargo, Ucrania no posee de momento estas capacidades, y necesitaría incluso de los más modernos sistemas Patriot para lograr resistir a lo que sería una dura andanada de proyectiles.
Así las cosas, Kiev tendrá que recurrir a Occidente para intentar inclinar la balanza. De hecho, ante las amenazas de Putin de que podría usar el misil Oreshnik para impactar en Kiev, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski le pidió a Occidente que no ceda al “chantaje” ruso y refuerce a su país para que pueda repeler la agresión militar rusa.
“Cualquier chantaje ruso debe recibir una respuesta contundente”, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su último mensaje a la nación, en el que apeló a Europa y a Estados Unidos a trabajar junto a Ucrania para conseguir una “paz real” que no pase por aceptar las condiciones de Putin para poner fin a la guerra.