Durante el periodo experimental, los gemelos idénticos mantuvieron entrenamientos combinados de cardio y fuerza, complementados con batidos de proteínas diarios. Los resultados mostraron que, aunque los dos se pusieron en forma y se volvieron más delgados, las diferencias fueron notorias. Hugo, con la dieta alta en grasas, ganó aproximadamente 1 kilogramo de músculo pero solo logró perder 0,3 kilogramos de grasa, y además experimentó una sensación constante de fatiga durante ejercicios intensos. “Nunca me sentía bien; comía seis veces al día y siempre tenía hambre, sin lograr la saciedad que esperaba”, comentó Hugo para el medio citado.
Por otro lado, Ross, quien optó por la dieta rica en carbohidratos, perdió cerca de 0,9 kilogramos de grasa, ganó la misma cantidad de músculo que su hermano y mostró un mejor desempeño en las pruebas cardiovasculares. Su capacidad para correr durante más tiempo y su rendimiento en ejercicios de resistencia le permitieron mantener altos niveles de energía durante los entrenamientos. “Los carbohidratos son excelentes para proveer energía en esfuerzos de alta intensidad”, afirmó Ross.
¿Qué es mejor, una dieta rica en carbohidratos o alta en grasas?
Al respecto, un científico deportivo de la Universidad de Loughborough, Reino Unido, que colaboró en el estudio publicado por Business Insider, recomendó un equilibrio entre carbohidratos y grasas adaptado al estilo de vida de cada persona. Según el experto, aunque los experimentos de los gemelos son anecdóticos, demuestran que pequeñas modificaciones en la dieta pueden influir significativamente en la energía y el rendimiento físico.
Ambos gemelos concluyeron que, dependiendo de la actividad a realizar, podrían ajustar sus dietas: mayor consumo de carbohidratos antes de actividades intensas o preferir grasas en expediciones de menor intensidad. Este estudio resalta la importancia de personalizar la nutrición para alcanzar el máximo rendimiento.